En
San Agustín, los jóvenes se unieron
para brindar contención (Continuación
de la portada....)
TEXTOS. MÓNICA RITACCA. FOTOS. Guillermo
Di Salvatore.
Espacio propio
La
calle fue el lugar donde en 2007 comenzaron
a juntarse los jóvenes. Hasta que conversaron
con el sacerdote del barrio para que les permitiera
reunirse en la sala velatoria del barrio. Este
salón es administrado por la parroquia.
Lo construyeron con la intención de que
la gente velara a sus muertos, pero no se utilizaba
porque los vecinos preferían hacerlo
en sus casas. Entonces le pedimos permiso al
padre, recordó Orlando Ledesma.
La
autorización del sacerdote marcó
un antes y un después en el grupo que
hoy integran cerca de 20 jóvenes. Significó
empezar a trabajar por los chicos del barrio.
A
partir de ahí empezaron a surgir un montón
de ideas, como la organización de talleres
de ajedrez y hip hop. La más importante
y concurrida es la del comedor, que implementamos
en septiembre del año pasado. Los sábados,
las escuelas no brindan el servicio entonces
vienen acá, manifestó Luciano
Giardino. Y agregó: Los chicos
que vienen son alrededor de 80. Al principio
era un grupo más reducido.
Cocina
una vecina del barrio y se abastecen de mercadería
a través de donaciones. Mandamos
e-mail a todos nuestros contactos pidiendo colaboración.
Y la respuesta siempre es buena. Hace poco hicimos
una colecta solidaria a través de una
radio que nos dio excelentes resultados,
contaron.
|
Integrantes.
Todos los que asisten a la Casa de los Jóvenes
Pablo Aguilar posaron para la foto de El
Litoral. Para contarse con la agrupación,
se puede mandar un e-mail a casadelosjovenes.pabloaguilar@hotmail.com.ar
o llamar al 0342 156107275. Foto: Guillermo
Di Salvatore. |
1
/ Por los chicos. Luego de que los jóvenes
consiguieron un espacio donde encontrarse, se
sumaron los chicos. Para ellos, se organizaron
varios talleres los días de semana y
el servicio de comedor los sábados. Ese
día, antes de almorzar, realizan dibujos
y actividades prácticas.
2
/ Uniendo lazos. Dos jóvenes extranjeros
que visitaron Santa Fe dejaron su arte en las
paredes de la Casa de los Jóvenes de
San Agustín. Pintaron, de acuerdo con
lo decidido por los chicos y jóvenes
en el marco de un taller, una mujer tejiendo
que representa la unión de las distintas
clases sociales.
///
PEDIDOS
Homenaje
Pablo
Aguilar, como se llama la Casa de los Jóvenes
de San Agustín, fue uno de los primeros
en integrar la agrupación. Murió
en un intento de defender a su familia. Eduardo
Gutiérrez, uno de sus amigos, lo recuerda
como una gran persona. Fue en 2008, en
un confuso episodio. Ese día él
estaba reunido con nosotros, con los chicos
del grupo. Al enterarse de que le estaban baleando
la casa se acercó a defender a su familia
y lo mataron. Tenía 18 años. En
su honor, le pusimos su nombre a la agrupación.
///
EL DATO
Materiales.
Por un robo que sufrieron meses atrás,
los jóvenes quieren levantar los tapiales
del espacio donde se reúnen. Precisan
ladrillos, cemento, cal, arena y hierro.
Utensilios. Debido a la cantidad de chicos que
se acercan al comedor, precisan platos soperos,
vasos y cubiertos. Para poder cocinar también
necesitan garrafas y un regulador.
Mobiliario. Bancos, sillas y tablones con caballetes.
Mercadería. Arroz, fideos, sal, aceite,
huevos, harina, azúcar, especias, yerba,
polenta y leche en polvo. También carne.
Higiene. Detergente, lavandina, desodorante,
esponja de acero y goma espuma, escoba, trapos
de piso, escurridor, jabón, toalla y
papel higiénico.
Vestimenta. Ropa y calzado para niños
y adultos.
Librería. Cuentos, hojas para dibujar,
lápices y fibras.