Tomar
un punto de inicio en una historia tan rica
en sucesos, como recordar y recrear la vida
de una institución centenaria requiere
algo más que el rastreo simple de los
datos formales. Además de las fuentes
fidedignas, es necesario sentido común
en abundancia para no dejarse llevar por el
entretejido de aconteceres, a veces protagónicos,
otras veces tan sólo tangenciales.
A fuerza de tener que marcar una fecha como
inicial de esta línea histórica,
será la del 19 de febrero de 1888 en
que el Papa León XIII beatificó
a JUAN BAUTISTA DE LA SALLE.
Un Breve proclamó Beato al Venerable,
a 169 años de su muerte. Es por entonces
Superior General el Rdo. Hno. Joseph (Joseph-Marie
Josserand) decimotercer sucesor de La Salle
en las conducción del Instituto de los
Hermanos de las Escuelas Cristianas.
En el año 1889, un 26 de enero, llegan
desde Burdeos a la Argentina, en el vapor "Orenoque"
los dos primeros Hermanos lasallanos, Calimer
de Jesús, Visitador del Distrito de Bayona,
y Jumaelien (Bernard Athané) Prefecto
de estudios del internado "Saint Joseph"
de Toulouse. Pioneros de la Congregación
en estas tierras, dan así continuidad
a la llegada lasallana a Sudamérica,
iniciada en Ecuador en 1863 con el desembarco
de diez Hermanos provenientes de Francia que
el 4 de mayo de ese año habilitan en
Cuenca la primera escuela lasallana en Latinoamérica.
Seguirá luego Chile (Santiago) en 1877.
La Argentina fue el cuadragésimo primer
país al que arriban los Hermanos para
difundir su obra evangélico-pedagógica.
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Los
recién llegados se alojan con los Padres
Bayoneses y los Padres Lazaristas. A los treinta
y ocho días, el Hermano Calimer regresa
a Francia tras haber efectuado las visitas al
Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor León
Federico Aneiros, según lo indicado por
el Hno. Junien, Asistente del Superior General
Hno. Joseph.
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La
Comunidad de Hermanos de La Salle
El Hno. Jumaelien
resuelve con firmeza el decidido y lacónico
"Je resté" (Yo me quedo) y
temporariamente queda sólo, tal como
en 1702 el Hno. Gabriel Drolin quedara en Roma,
al ser enviado por La Salle a fundar una escuela.
Fue un acto de fe y compromiso, casi como el
Voto heroico del 21 de noviembre de 1691. Pero
el 5 de marzo de 1889 vendrían los Hnos.
Jadére, Alfonso, Damián, Leoncio
y José portando el título de Provisitador
para el Hno. Jumaelien. Los Padres Jesuitas,
conocedores de expulsiones, abren las puertas
del Colegio del Salvador a ocho Hermanos más
que se suman en ese mismo año. El 28
de julio de 1889, los lasallanos peregrinan
encabezados por el Hno. Jumaelien hasta el Santuario
de Luján, como San Juan Bautista lo hiciera
hasta Ntra. Sra. de Liesse, peregrinando de
noche el 29 de mayo de 1684 los 40 km que separaban
de Reims al Santuario para confiar a su cuidado
el naciente Instituto y designarla Superiora
principal y perpetua de la nueva Sociedad.
En
enero de 1891, el Hno. Jumaelien concreta el
Primer Santo Retiro con los veintidós
Hermanos que formaban el Distrito y el 3 de
marzo se abre el Colegio De La Salle en la calle
Riobamba 525, cedido por los Padres Jesuitas.
También alquilan en 1896, una casa en
la calle Lavalle para dar cabida al Noviciado,
ya intentado precozmente en Luján. En
l897 pudo ser adquirida una propiedad en San
Martín y se trasladó al Noviciado
a esta Villa La Salle. En mayo de l899, el orfelinato
irlandés completaba su traslado a Flores
y permitía a los lasallanos la instalación
definitiva del hoy histórico Colegio
en Riobamba 650. Una historia similar a la ocurrida
en Francia, cuando el Sr. Adrien Nyel abre la
primera escuela en la Parroquia San Mauricio
el 15 de abril de 1679, sólo acompañado
por el Hno. Antonio (Jean Partois).
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